Ginés Marín, 3 orejas en Arévalo

A pies juntos recibió Ginés Marín al segundo, al que quito con gusto por chicuelinas, rematadas de una media a cámara lenta. Pronto y en la mano comenzó el extremeño su faena con la muleta, que conectó con los tendidos desde su inicio a pies juntos. Le dio tiempo y espacio entre serie y serie, para luego extraerle muletazos de excelente trazo en tandas muy rotundas por su ligazón. Los mejores pasajes llegaron sobre la diestra, el mejor pitón de un buen toro. Remató la actuación con unas ajustadas bernadinas y tras una estocada, el público pidió las dos orejas, pero el presidente solo concedió una. 

El quinto no se empleó en los primeros tercios y llegó sin definirse a la muleta de Ginés Marín, que comenzó la faena por abajo sometiendo la embestida. Toro exigente al que Ginés Marín cuajó una faena meritoria porque tuvo que romper al astado por abajo, llevando siempre muy toreado al de Domingo Hernández. Faena de menos a más, que estuvo rematada por un arrimón vibrante y una serie de rodillas por el derecho de mucho mérito. Rotundidad de Ginés Marín, que tras una estocada paseó las dos orejas.