Cortó tres orejas tras dos completas faenas de mucha entrega desde principio a fin con series de naturales especialmente templadas y de mucha naturalidad
El segundo se inutilizó al salir y muy bien Ginés anduvo con el sobrero, un toro con el denominador común de la nobleza que dejó al oliventino expresarse bien por ambas manos, sobre todo hacerlo despacio, que fue la clave de la obra al natural. Mató de estocada y le paseó el doble premio.
Otro toro con poca fuerza fue el quinto, un animal con el que tuvo que poner toda la carne en el asador Ginés Marín para cortar un apéndice más a base de entrega.
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