Muy avanto de salida el tercero al que Ginés le dibujó tres verónicas a pies juntos. Limpio resultó el quite por ceñidas chicuelinas que remató con media verónica. El inicio de faena fue explosivo y metió al público en la faena especialmente con un natural eterno. En la boca de riego y dándole sitio al astado, Ginés creo una obra compuesta por series de muletazos excelentes por ambos lados de mucha cadencia, naturalidad y ligazón. La faena tuvo además el aliño de la frescura y la variedad. Un final por bernadinas de mucho impacto pusieron el colofón. La estocada después de un pinchazo fue fulminante. Dos orejas y vuelta al ruedo para el toro.

Se lució y bien con el capote Ginés en los lances de recibo por verónicas y en un quite con capote a la espalda. Se echó de rodillas Ginés en un gesto de declaración de intenciones y cuajó una serie en redondo espectacular. Ya de pie compuso series por el derecho de gran profundidad ante un toro de embestida franca y con mucha transmisión. Por el izquierdo el animal tuvo más violencia y Marín le robó algunos naturales. Volvió al toreo en redondo y de nuevo surgió otra serie rotunda. Otra vez certero y eficaz con la espada sumó dos orejas más.