Ginés Marín abre la Puerta Grande de Santander por naturales
El extremeño cuajó una faena rotunda, destacando en el toreo al natural, con mucha largura y una gran dimensión.
El tercero fue un toro de Antonio Bañuelos con cara pero armonía en sus hechuras. Muy decidido en todo momento Ginés Marín, que lo manejó con su facilidad capotera tanto en el saludo como en el quite por chicuelinas muy asentado. Brindó a Morante de la Puebla que presenció el festejo desde el tendido. Empezó la faena por estatuarios en los que el toro embistió con rectitud. Fue profundizando Ginés, especialmente por el pitón izquierdo, para alcanzar los mejores momentos de la importante faena. Un final en redondo antes de andar con él hacia los adentros. Gran estocada.
El sexto se mató al rematar en el burladero de matadores. El sexto bis fue también de Bañuelos. Un toro simple, bien designado como sobrero por desigualar la buena corrida (en cuanto a hechuras y trapío de Bañuelos). Un toro que no rompió hacia delante con una embestida a media altura, sosa y amagada. Marín estuvo muy decidido buscándole los terrenos de cercanía entre los pitones. Arrimón meritorio. Estocada desprendida.
Resultado artístico
primer toro
dos orejas
segundo toro
ovación