Ginés Marín | Web oficial

Entrevista a Ginés Marín en OkDiario

«Entre los toreros jóvenes hay mucha rivalidad, nos llevamos bien, pero no hay amistad»

Si la cara es el espejo del alma, la de Ginés Marín (Jerez, 1997) es todo bondad y prudencia. Hablando con él se da una cuenta de que maneja todo con una inteligencia muy cautelosa, midiendo siempre lo que dice, exactamente igual que la estrategia de su carrera. Es una de las principales promesas del toreo actual para renovar el escalafón. Comenzó desde muy niño a coquetear con los toros, gracias a su padre, picador de profesión, que actualmente forma parte de su cuadrilla. Ginés tiene muy claro hacia dónde quiere llegar, eso sí, con prudencia y a base de triunfos. A sus 26 años tiene ya a sus espaldas dos puertas grandes en Las Ventas. A Ginés Marín Se le resiste la del Príncipe en Sevilla, que este año casi acarició, marcando una de las mejores faenas de toda su trayectoria. Analizamos con él en esta entrevista a OKDIARIO su paso por este San Isidro 2023, dos tardes bastante complicadas, su ritual antes de torear, las amistades dentro del mundo del toro y sus planes futuros, donde se sincera: «Entre los toreros jóvenes hay mucha rivalidad, nos llevamos bien, pero no hay amistad», revela Ginés Marín.

PREGUNTA. – Dos tardes ha toreado este San Isidro, en las dos se ha colgado el «No hay billetes». En la primera, junto a Diego Ventura y Paco Ureña y en la última, con un cartel 100% extremeño, junto a Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante. Lamentablemente, no salieron las cosas como se esperaban. ¿Cómo se siente después de sus actuaciones?

RESPUESTA. – Estoy satisfecho, por una parte, y por otra, triste por no haber rematado la feria a nivel individual de forma exitosa. No he tenido suerte, entre la lluvia y el lote no me han dado opciones. Me he quedado un poco vacío de no haber podido mostrar todo lo que tenía, pero queda aún mucha temporada por delante y confío en volver y dar lo mejor de mí.

P. -¿Cree que volverá en otoño?

R. – Ojalá, aun así, me queda prácticamente toda la temporada. Ahora mi mente está puesta en Pamplona.

P. – Madrid es la plaza más importante del mundo, es muy exigente y lo que ello conlleva es una preparación acorde a la plaza. ¿Cómo se prepara para torear en Las Ventas?

R. – Cuando vengo a Madrid ese día quizás es el más difícil de toda la temporada. Es cuando más miedo paso y más incertidumbres se me pasan por la cabeza. Además, estar metido en la habitación de un hotel no es nada fácil. Ese día intento, sobre todo, estar muy tranquilo, ya no entreno. Los días importantes me acuesto muy tarde para dormir mucho al día siguiente, y así no tengo tiempo para pensar. Cuando llega la hora de vestirme me calmo y empiezo a meterme en el papel de la tarde, cuando piso la plaza me transformo, no dejo entrar ningún pensamiento más en mi cabeza.

P. – La pasada edición de San Isidro sufrió una cornada muy importante. El pitón derecho del tercer toro de la tarde atravesó su muslo 20 centímetros, la sangre chorreaba por toda la pierna. Aun así, no se recuerda ni un solo gesto en su cara de dolor. Volvió a coger la muleta y siguió adelante y mató al toro, ¿se prepara mucho mentalmente para manejar el umbral del dolor?

R. – No exactamente. Es más la preparación mental del compromiso y la responsabilidad de mi profesión. Eso ,muchas veces te hace llegar más allá de la lógica. Si ahora lo pienso me parece una locura, pero en ese momento lo sentí así.

P. – Esa tarde fue viral en redes sociales una imagen suya recibiendo el beso de su padre de camino a enfermería tras matar al toro. La fotografía nos traslada de inmediato al acontecimiento de una escena conmovedora y que el público mantiene aún en su retina. Fue un gesto de amor de un padre a un hijo precioso. ¿Cómo es trabajar con su padre?

R. – Ese día fue uno de los más importantes de mi vida. Trabajar con mi padre es muy sencillo, además nos conocemos con la mirada. Tengo mucho que agradecerle, ya que por él estoy aquí, él me transmitió la afición. Desde que empecé, él ha estado conmigo, es un pilar fundamental en mi vida. Los días que toreamos casi ni nos vemos, estoy en la habitación y cuando salgo él directamente ya está en la plaza y luego cuando regresamos al hotel analizamos lo ocurrido en la plaza.

P. – Lleva dos puertas grandes en Madrid y ninguna del Príncipe. ¿Qué sucede en Sevilla?

R. – Son aficiones totalmente distintas. Sevilla es diferente, más respetuoso, silencioso y Madrid es más movido. Siempre me ha costado mucho más la tensión que me crea Sevilla. Este año pude cuajar una de las faenas más importantes. Me he quitado esa espinita. Llevaba mucho tiempo soñando con cuajar un toro así en Sevilla.

P. – Lleva desde niño en el mundo de la tauromaquia, ¿cuáles son sus referentes taurinos?

R. – Han ido cambiando a lo largo de mi carrera, mi referente principal actualmente es: Paco Camino. No le he visto torear en directo, pero viendo sus vídeos es un tipo de toreo que me llena.

«La preparación es lo que te hace perfeccionar la suerte de matar»

P. – Entrenar ocupa casi el 80% de su día a día, depurar todas las suertes al máximo es su objetivo fundamental. Actualmente, es uno de los toreros que mejor ejecuta la suerte de matar, ¿en qué se basa su regularidad?

R. – La preparación es lo que te hace perfeccionar la suerte de matar. Además, siempre se pasan rachas mejores y peores, intentar tener una regularidad es muy importante para funcionar en el toreo. Me fijo en mis referentes, una suerte tan difícil, tener una regularidad con la espada es algo fundamental. Matar un toro bien y que la gente se emocione es lo más importante de toda la faena.

P. – Vivimos en una época de expansión de la tauromaquia, sobre todo, en Madrid, donde cada tarde hay más público joven. Usted se acerca mucho a este público con muchas actividades junto a sus aficionados. ¿Cree que durará mucho la tauromaquia?

R. – Sí, pienso que ahora está de moda ir a los toros en Madrid. Políticamente, se le ha hecho mucho daño, pero veo que se está evolucionando muchísimo a mejor. Además, está yendo mucha gente joven a los toros y eso es muy importante y habrá un relevo generacional entre los aficionados muy importante. Vivimos un momento de esplendor de la afición taurina joven brutal.

P. – Estamos viendo cómo empieza también a haber relevo en el escalafón.

R. – Sí, ahora hay toreros muy jóvenes y nos están abriendo paso. Estamos en un cambio generacional entre los que están a punto de retirarse y los toreros jóvenes que estamos entrando en ese circuito.

P. – Es muy joven, con apenas 24 años, arrastra dos grandes triunfos en Madrid, analizando su trayectoria, ¿cuáles son sus metas?

R. – Ser figura del toreo. Dejar mi sello como torero en la historia, algo muy difícil de conseguir, sólo para los elegidos, pero es posible.

P. -¿Cuáles son sus plazas favoritas para torear?

R. – Aunque lo pase mal, Madrid y otra es Santander.

P. – Si tuviera que elegir un cartel soñado, ¿cuál sería?

R. –Si pudiese elegir de toreros de toda la historia me anunciaría junto a Manolete y Paco Camino. Y de toreros actuales con Morante y Roca Rey.

P. – ¿Por qué torea tan poco con Roca Rey?

R. – Casi nunca, menos de lo que me gustaría, de novilleros si toreábamos más. Me gustaría mucho torear más con él. Creo que es una rivalidad muy bonita que se debería explotar más. Muchos aficionados me lo preguntan que cuándo torearemos un mano a mano.  Pero ahora las circunstancias son las que son.

P. – ¿Hay mucha rivalidad entre sus compañeros?

R. – Sí, sobre todo entre los toreros jóvenes hay mucha más rivalidad. Nos llevamos bien entre nosotros, pero no hay amistad. La competencia hace que la amistad pase a un segundo plano. Es un mundo donde se analiza todo meticulosamente, hasta la forma de vestir cada tarde.

P. – Esta temporada no torea en Santander tras el éxito del año pasado. Toreó una encerrona donde salió a hombros cortando cinco orejas. ¿Qué ha sucedido?

R. – Muchas veces las negociaciones no son fáciles, todo el entramado taurino es muy complejo. El año pasado toreé seis toros y corté cinco orejas y fue una tarde tremenda y para desgracia de todos no actuaré este año porque las negociaciones no han llegado a buen puerto.

P. – Actualmente, le apodera el torero Curro Vázquez, que a su vez también dirige la carrera de Cayetano Rivera, ¿por qué decidió cambiar de apoderado?

R. – Principalmente, porque buscaba un torero. Tenía ganas de tener un apoderado torero, buscaba esa combinación de saber gestionar una carrera y a la vez saber perfectamente por lo que yo estoy pasando en cada momento, que pudiera comprenderme y entenderme mucho mejor. Para mí es algo que me está ayudando muchísimo.

P. – Si un día esto se acaba, ¿tiene plan B?

R. – Sí, por supuesto, he realizado varias inversiones inmobiliarias. Sobre todo, porque la trayectoria de un torero es corta, puedes llegar a dejar de torear con treinta y pocos.

 

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