Ginés Marín | Web oficial

6 de Enero de 2024

Ginés Marín analiza en Aplausos un 2023 de triunfos en plazas de primera

Sigue siendo aquel. Pero corregido y aumentado. Buena prueba de ello es que en 2023 ha vuelto a puntuar en plazas de categoría y además volviendo a dejar su sello de toreo clásico con el concepto al que siempre fue fiel desde su época de novillero, ahora aderezado con los conocimientos que dan siete años de alternativa. Sevilla, Madrid, Pamplona, Bilbao, Logroño, Zaragoza… éxitos de primera, porque aparte del triunfo numérico, también está el argumento que otorga el poso de su toreo. Ginés Marín sigue contando, como sus triunfos.

-¿Le dejó un sabor agridulce rozar la puerta del Príncipe?
-Pensar en Sevilla es pensar en abrir la puerta del Príncipe y eso nos atenaza mucho a los toreros. Pero es cierto que cuando le cortas dos al primero, la cabeza ya está pensando en abrirla. Ese día el toro no ayudó nada y te quedas con sensaciones un poco agridulces porque has cuajado un toro importante y te quedas con la miel en los labios. Uno aprende que abrir la puerta del Príncipe o la de Madrid son momentos puntuales en tu carrera y que se tienen que reunir muchas cosas. Lo importante es que esa tarde di una gran dimensión y mostré mi evolución. La puerta del Príncipe si tiene que llegar, llegará.

-Con la gran faena en la Maestranza, ¿por fin entró en la afición de Sevilla?
-Sevilla siempre me costó mucho. El año pasado en dos tardes que toreé conseguí encontrarme más a gusto, pero no llegó el triunfo rotundo. Por eso, este año significó mucho para mí esa faena, porque cada vez que me anunciaba en Sevilla llegaba con esa presión interna de tener que entrar como torero allí, de cuajar un toro y no llegaba ese momento. Y este año llegó esa faena y la disfruté mucho. Fue muy importante a nivel personal porque en Valdemorillo y Valencia no salieron las cosas. Gracias a Dios salieron las cosas bien y fue una tarde importante para darme moral y confianza.

-¿Le han sabido a poco veintisiete festejos en 2023?
-Ha sido un año bastante importante, corto en número de festejos, pero prácticamente todos han sido en plazas de importancia y en muchas con triunfos, que no es fácil y además toreando poco o menos de lo que me hubiese gustado. Pero mi resumen es positivo porque triunfé en las plazas donde más cuesta y además con la falta de rodaje de torear más seguido.

-¿Y a qué cree que es debido no haber podido torear más?
-Nunca me gustó echar balones fuera y culpar a los demás. Creo que la temporada fue buena, con cosas importantes y lógicamente me hubiese gustado torear más pero no sé a qué achacarlo. Hubo plazas en las que tenía que haber estado pero eso forma parte también de las negociaciones. Muchos toreros triunfaron y cuando uno compone una feria, no hay sitio para todos. No me gusta enfadarme con las empresas que no hayan contado conmigo. Simplemente, son las circunstancias y en esas ocasiones no pude estar.

-Le dio la vuelta a la mixta de San Isidro con un toro de pocas opciones.
-Después del triunfo de Sevilla y Aguascalientes, llegué a Madrid con mucha moral. Los toros me dieron las opciones justitas, sobre todo ese segundo y aunque corté solo una oreja, fue una faena importante por la manera de mostrarme, porque fue un toro que parecía que no tenía posibilidades. Tirando de cabeza, ambición y conocimiento de los terrenos y alturas conseguí una faena importante y meter al público en una tarde que iba cuesta abajo.

 

-Sacar partido a toros difíciles ha sido una de sus claves del año.
-Muchas veces se me ha achacado que tenga que salir un toro apropiado para que se me vea bien. Y este año he buscado ser capaz de estar asentado con mi concepto del toreo con más tipos de toros. Al final se trata de disposición, entrega y conocimientos, y lógicamente uno va adquiriendo madurez, técnica y oficio, que te van dando capacidad para poder hacer tu toreo a un mayor número de toros. Todo ha residido en la entrega, el amor propio y la disposición de no dar nunca por perdida la batalla con toros que parecían no tener opciones.

-Otro ejemplo fue la rotunda faena en Bilbao.
-La de Bilbao fue otra tarde complicada por el tiempo, las condiciones de los toros, una tarde cuesta arriba y difícil de remontar. Con el sexto, lloviendo muchísimo, me agarré a las posibilidades que le veía, que tenía ritmo y me dejaba llegarle a la cara. Fue una de las faenas en las que me he sentido más arrebatado y entregado con un toro, sin pensar tanto en la técnica y más en una forma más arrebatada y entregada. Fue una faena que llegó mucho al público.

-No olvidemos la gran tarde de Pamplona.
-Fue otra tarde de suma importancia por la categoría de la plaza, por el toro, por el triunfo y la importancia de la faena con la corrida de Fuente Ymbro. Cortar tres orejas y torear con la izquierda al último toro como lo hice fue otra tarde clave. Y fue importante para seguir con esa motivación, ese ambiente y con esa ilusión.

-En Logroño toreó sublime al natural y se sobrepuso a aquel puntazo en la mano que luego le dio algún quebradero de cabeza.
-Fue una de mis tardes importantes. Al primer toro le corté las orejas pero lo pinché y recibí ese puntazo. Luego pude salir al siguiente y esa quizá haya sido una de las faenas en las que más despacio he toreado. Ese toro de Juan Pedro me permitió torearlo con la izquierda muy lento como uno busca cuando torea de salón y entrena. Fue una tarde muy rotunda y fue una pena haber pinchado al primer toro, si no, todo hubiera sido mucho más rotundo.

-Hizo una rehabilitación exprés para reaparecer en la Feria de Otoño.
-Después de Logroño me volví a casa tranquilo, pensando que se recuperaría bien la mano, pero con el paso de los días veía que no evolucionaba hasta que acudí a que me viese el doctor Piñal y dijo que había que operar. Al día siguiente entré al quirófano y tenía pocos días para Madrid. Me perdí Las Rozas y llegué a Madrid bastante justo, sin poder torear nada en el campo y con la esperanza de que la mano respondiese. Pero aunque fue precipitado, luego me encontré bien en la plaza.

-En Zaragoza cerró con nota la temporada.
-Me encuentro especialmente a gusto allí. Fue otro cartel inesperado porque Morante cortó la temporada y la plaza se llenó. Y aunque a lo mejor en los números no se refleja lo que pasó, por la espada o por otras circunstancias, todo quedó en una oreja, pero fue una tarde clave en la temporada.

-Otra nota destacada de su año fue la manera en la que ha toreado con la mano izquierda.
-Lo que me gusta es el toreo puro y entregado. Con la zurda es con la que más te puedes acercar a la pureza, por la forma de caer la muleta, por no montarla con la ayuda y tener más vuelo. En estos últimos años he buscado la buena colocación, presentar bien la muleta, y pasarme el toro cerca. Ahí reside la pureza. Todos los toros no te permiten expresarlo igual, pero al final es lo que uno busca y cuando sale el toro apropiado pues mostrarlo así.

-¿Cuál fue el lunar del año?
-A final de temporada quizá me faltó la regularidad que acostumbro a tener con la espada en los últimos años y a lo mejor no es tanto desde fuera, pero yo, que me suelo encontrar muy seguro, pues me ha chocado un poco. Por eso perdí algún triunfo importante como cortar cuatro orejas en Logroño o hasta tres en Zaragoza.

-¿Y cómo ve 2024?
-Con ganas de poder volver a plazas en las que triunfé y regresar a otras que este año no pude estar. No he parado de entrenar, volví de Lima y ya con la ilusión y la motivación de poder estar el año que viene a mi mejor nivel. Sobre todo en las primeras ferias que marcan mucho el devenir de la temporada.

“Carlos Zúñiga es la persona adecuada para mí”

Tras dos temporadas con Curro Vázquez, el extremeño cambió de aires para elegir a un taurino tan contrastado como Carlos Zúñiga hijo. Pero, ¿por qué Zúñiga? Ginés responde: “Es la persona adecuada ahora mismo para mí. Estoy muy ilusionado y sobre todo verlo a él ilusionado es lo que me ha despertado el pensar que es el apropiado. Carlos es muy trabajador y está muy pendiente de sus plazas y de sus toreros y es muy dedicado y muy cercano. Empieza una etapa muy bonita y ojalá que esta unión traiga cosas buenas y que dure mucho”, expone el diestro.

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