El torero extremeño exhibió su madurez con un buen lote de una variada corrida de La Quinta.
Ginés Marín cuajó una faena redonda y vibrante frente al buen quinto, un toro con mucha clase con el extremeño se explayó firmando una faena madura y con pasajes de hondura, llevando embebida la embestida de su oponente. Belleza y sutileza a partes iguales antes de cobrar una buena estocada. Oreja de peso.
Al segundo, un toro con fondo y carácter de La Quinta ya lo entendió perfecto: firmeza, pulso, ligazón. Dos series en redondo fueron superiores. Se fue abajo la espada y se esfumó la oreja.